


Mann, Wilhelm |
![]() Por otro lado, aunque no tenemos antecedentes claros, debe haber tenido un currículum de calidad para que el gobierno chileno se haya fijado en él, como uno de los candidatos para ser contratado como parte de un equipo que en su momento fue considerado de alta selección, arribando a Chile en 1903. Empezando por Rodolfo Lenz, todos ellos fueron destacados profesionales y dejaron una huella importante en Chile. El presidente José Manuel Balmaceda inició un amplio plan de mejoramiento de la educación y la apertura del Instituto Pedagógico en 1889 formó parte de él. Esta institución tendría la misión de formar profesores para las distintas especialidades que se impartirían en los liceos. Entre ellos estaban Federico Johow, especialista en Ciencias Naturales; Federico Hanssen, en Filología; Hans Steffen, en Geografía; Alfredo Beutell, en Ciencias Físicas; Augusto Tafelmacher, en Matemáticas; Rodolfo Lenz, en Lingüística; Jorge Enrique Schneider, en Pedagogía y Filosofía; y el mismo Wilhelm Mann, en Filosofía. Posteriormente se incorporaron algunos profesores chilenos. Entre estos se puede mencionar a Enrique Nercassseau, en Literatura Española; Domingo Amunátegui, en Derecho Constitucional; Julio Montebruno, en Historia Americana y Francisco Servat, en Química.
En nuestros días la descripción de estos cargos sería considerada demasiado amplia y vaga, al menos desde un punto de vista estrictamente académico. No obstante, hace poco más de un siglo, todavía en algunos aspectos la Universidad de Chile estaba fundándose como parte del desarrollo del Estado moderno, y tenía una gran irradiación hacia el mundo intelectual y cultural, contexto en el cual el Instituto Pedagógico y después la Facultad de Filosofía y Educación (más adelante, Filosofía y Humanidades) tuvo una importancia señalada por varias décadas. Así podemos ver que Wilhelm Mann fue una personalidad con influencia tanto en la gestión académica como en el desarrollo de una nueva pedagogía, en la sicología aplicada a la educación y en el cultivo de las humanidades, siguiendo la tradición del humanismo germano del siglo XIX según las pautas indicadas por Wilhelm von Humboldt, hermano de Alexander. Wilhelm Mann traía de Alemania las nuevas teorías pedagógicas que ayudó a introducir en el ambiente chileno, representadas también por otro antecesor suyo, el alemán Jorge Schneider. En los hechos esta novedad tiene que ver con un tema de la educación en Chile que está todavía presente con nosotros, y es que la memoria es un factor imprescindible en el aprendizaje, aunque la simple memoria acumulativa no puede ser sinónimo de educación. En el lenguaje de su época esto significaba que Jorge Schneider y Wilhelm Mann introdujeron tanto el método “inductivo” como el “intuitivo”. Por el primero se quería evitar un mal profundamente arraigado en Chile, en algunos sentidos hasta el presente, el de que el educando era un objeto pasivo que acumulaba información. Se pretendía, con el estilo ipuesto por estos alemanes, convertir al estudiante en un sujeto activo del proceso del aprender y del pensar, evitando la transmisión mecánica de conocimientos que ve en el alumno un ente fundamentalmente receptor. Sin este paso fundamental no se puede formar una mentalidad científica. Por “intuitivo” hoy día entenderíamos una participación más activa, casi empírica, en el acto del conocimiento, algo así como una comprensión directa de las cosas, ya sea en las ciencias naturales, o en la historia y geografía, estas últimas entonces completamente unidas en una sola especialidad. Se complementó esta enseñanza con un activo contacto con la na¬turaleza en actividades que podrían denominarse de “excursiones científicas”, un estilo muy propio al mundo germano como amor a la naturaleza física y animal. Como rector en el liceo de Aplicación, Wilhelm Mann inauguró el curso de Sicología Experimental, una rama que le había interesado en Alemania siendo joven. Introdujo otras innovaciones también, como la de relevar la importancia de la gimnasia y el deporte; e impulsar la ampliación a la enseñanza femenina, creando un liceo para mujeres, anexo al liceo de Aplicación. Después de una incansable actividad peticionaria a las autoridades logró dotar al liceo de, como se decía en la época, gabinetes de Física, Química y Ciencias en general. A la vez, dentro de una concepción integral de la educación, los alemanes pusieron el acento en la música, en el canto y en la difusión de los mismos. Wilhelm Mann entregó la rectoría en 1914 a un sucesor interino, el también alemán Teodoro Kausel, poco después reemplazado por el chileno Julio Montebruno. En el Instituto Pedagógico Wilhelm Mann dejó una creación importante que fue el Laboratorio de Sicología Experimental que incluía toda una serie de instrumentos de medición traídos desde Alemania. Con ellos se podía apreciar, con una cierta cuantificación, fenómenos como la atención, la fatiga, la memoria y la percepción. Este laboratorio fue el núcleo del futuro Instituto de Sicología de la Universidad de Chile a partir de 1942. En julio de 1929 fue nombrado decano de la entonces denominada Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Chile. También abogó para elevar el nivel científico de los profesores una vez egresados del Instituto Pedagógico. Como se ve, éstos son temas bastante perennes de la educación en Chile. Su decanato duró poco, ya que terminó en noviembre de 1930 sin que sea posible averiguar las causas de esa brevedad, si se produjo por el carácter cambiante de las autoridades del gobierno en el momento, por las sempiternas querellas académicas u otras razones.
Después de su relativamente breve decanato en la Facultad de Filosofía y Educación, no disponemos de mucha información acerca de su vida. Pero tenemos abundantes testimonio de sus escritos, que para un autor es más que la vida material. Aquí destacó como comentarista de temas culturales y de pensamiento en general. Sin embargo, no sería muy conocido si no fuera por un libro que publicó en dos tomos los años 1935 y 1936, Chile luchando por nuevas formas de vida, un su conjunto de aproximadamente setecientas páginas que ofrecen un estudio del cuerpo político, social, económico, geográfico y cultural del Chile de los años de 1930. |