


La minería del carbón en Chile |
La minería del carbón constituye el prototipo de la actividad minera orientada al mercado interno. Aunque en Chile, su explotación se remota a la época colonial, no fue sino hasta la introducción de la máquina a vapor y, especialmente al desarrollo del ferrocarril durante el siglo XIX, cuando se posicionó como la gran fuente de energía, lo que luego se consolidó, con su uso masivo en la industria salitrera y cuprera como combustible en los procesos de fundición y refinamiento.
Pese a que desde tiempos coloniales existía el conocimiento de la existencia del mineral en la zona de Concepción y Arauco, no fue sino hasta la década de 1840 cuando, gracias al interés de empresarios por invertir en el sector de la minería y al creciente empuje del Estado Chileno por expandir su soberanía más allá del río Biobío, comenzó la explotación masiva de yacimientos de carbón. De esta manera, se conformó en la región un frente pionero tanto geográfico como económico, haciendo de la explotación carbonífera un medio efectivo para poblar territorios, que hasta entonces tenía una escasa presencia de chilenos y un polo de desarrollo económico. Los pioneros en explotar este recurso en la zona fueron el norteamericano Guillermo Wheelwright y el serenense Jorge Rojas Miranda. El primero sólo en 1841, extrajo más de 4.000 toneladas de carbón en Talcahuano, que tres años después comenzó a vender a los vapores de Chile y Perú de Pacific Steam Navegation Company. Por su parte, Rojas Miranda, en 1847, ensayó en los hornos del carbón de las minas de Cerro Verde, del Morro de Talcahuano y de Penco, obteniendo tan buenos resultados que, tres años más tarde, lo exportó por el puerto de Coronel. Sin embargo, la desconfianza de los chilenos antes las bondades del carbón nacional, los retrajo en consumirlo, pese a que hacia 1854, la exportación llegaba a 22.000 toneladas, volumen. En esta misma década, los empresarios Matías Cousiño y Federico Schwager, levantaron las más importantes minas de carbón de la zona, convirtiéndolas no sólo en un importante polo económico, sino que en importantes centros urbanos y sociales. Grandes empresarios del carbón: Matías Cousiño y Federico W.Schwager Gracias a las inversiones y tenacidad de estos y otros empresarios, la zona de Concepción y Arauco se perfiló hacia fines del siglo XIX, como un polo económico y de innovación tecnológica. En torno a la economía carbonífera liderada por la Compañía Explotadora de Lota y Coronel de Cousiño, la Compañía de Carbón de Puchoco en Coronel de Guillermo y Pablo Délano y la Fundación Schwager de Federico Schwager, surgieron diversas industrias sustentadas en el uso del carbón como combustible. En 1867, Matías Cousiño instaló una fundición para procesar el cobre extraído en las minas del norte del país, que funcionó hasta 1915. En 1881 se fundó la primera fábrica de vidrios del país, y en 1897 entró en funcionamiento la primera central hidroeléctrica de Chile en Chivilingo para abastecer de energía eléctrica a los centros industriales de Lota y Coronel. Al mismo tiempo, una línea de ferrocarril de más de 90 kilómetros unía los distritos carboníferos con Concepción, atravesando el río Biobío a través de un largo puente. La extracción del carbón era una actividad que necesitaba gran cantidad de mano de obra, lo que propició la formación de importantes centros poblacionales en torno a las minas. De esta manera en menos de diez años, zonas absolutamente desiertas como lo eran Coronel y Lota registraban 2.132 y 2.636 habitantes respectivamente. Lota Mientras la región de Concepción y Arauco florecían de la mano del carbón, en la zona más austral de Chile, recién comenzaba la exploración de posibles yacimientos. Entre 1842 y 1843 el gobierno contrató a Bernardo Philippi para que recogiera muestras en la región de Magallanes y verificara si ahí se podía explotar carbón, para que los potenciales habitantes de esta región se aprovisionaran de este combustible para su uso doméstico y así poder colonizar y mantener presencia chilena en la zona. Los primeros ensayos de explotación en varios lugares de la península de Brunswick, Río Verde y las costas de Isla Riesco y Tierra del Fuego, comenzaron sólo después del siglo XX. Durante este periodo el carbón fue usado para combustible de la navegación a vapor que recalaba en Punta Arenas, ayudando a estimular el movimiento marítimo de buques, el comercio y el arribo de inmigrantes europeos, al punto de que el Estado también quiso invertir en la actividad. Sin embargo, eran la explotación eran pequeñas faenas mediante la habilitación de piques y la construcción de instalaciones básicas a fin de obtener unos cuantas miles de toneladas y cuyo transporte obligó a tender pequeñas líneas de ferrocarriles hasta los distintos muelles y la contratación de vapores para embarcar la producción a destino. Sólo algunos asumieron el riesgo y formaron sociedades como Somoza, Miró y Cía., Braun & Blanchard, y la Sociedad Carbonífera de Tierra del Fuego, en manos de chilenos, italianos, franceses y alemanes. Sin embargo, la falta de creciente capital para continuar la extracción terminó por dejar abandonada buena parte de las maquinarias y la producción paralizada. El auge de la explotación carbonífera en Magallanes El particular y duro trabajo en las minas llevó a la conformación de una particular cultura minera. Las duras condiciones laborales marcadas por peligrosas faenas, largas jornadas, pequeñas viviendas temporales y pago en fichas llevó a que entre 1905 a 1926, los mineros de Lota y Coronel se organizaran en Sociedades de Socorros Mutuos, lo que inició una larga tradición de movimiento obrero en la zona. Tras la segunda guerra, fue descendiendo progresivamente la demanda de carbón, debido a la generalización del uso de petróleo y energía eléctrica en los procesos industriales y ferrocarriles. A esto se le sumó el alto costo de producción y el bajo poder calóricodel carbón ante su competencia. Esto llevó a que en 1997 se cerraran definitivamente las minas, 150 años después del comienzo de su explotación. |